Los arquitectos se enfrentan a todo tipo de retos que evolucionan a la par de los nuevos estilos de vida. La demanda de vivienda crece, las dimensiones se reducen cada vez más, esto los obliga a pensar en soluciones prácticas para optimizar el espacio disponible. Este espacio debe satisfacer las necesidades básicas solicitadas por el cliente.

El primer reto a resolver en un proyecto es el acomodo de las distintas habitaciones se trata de utilizar las dimensiones mínimas sin sacrificar comodidad ni privacidad, permitiendo jugar de forma creativa e ingeniosamente con el espacio.

Como hemos mencionado en entradas anteriores, al momento de iniciar un nuevo proyecto, el arquitecto debe conocer de primera mano el terreno en el que se planea trabajar al igual que los elementos que se desee utilizar. Pongamos un ejemplo no es lo mismo el construir una casa en el estado de Puebla en el que el clima es mayormente templado a construirla en la ciudad de Monterrey donde el clima es bastante caluroso, ¿a qué se debe esto? Es cierto que podemos hacer uso de materiales naturales en ambas ciudades pero el acomodo y de los espacios es lo que se debe modificar ya que ambos climas se prestan para diferentes situaciones.

Es entonces cuando un arquitecto debe elegir con cuidado y creatividad cómo hará uso del espacio brindado. Es gracias a la práctica y la experiencia que un simple espacio puede convertirse en un asombroso proyecto arquitectónico.