Elegir los materiales correctos es una de las labores más importantes de la arquitectura. Todo proyecto necesita de su toque personal, con eso nos referimos a que cada trabajo en el que un arquitecto participa, requiere de diferentes elementos que lo harán ser del agrado del cliente.

En entradas anteriores tuvimos la oportunidad de mencionar algunas tendencias que actualmente cobran fuerza en el mercado, una de estas es la de usar materiales que sean naturales. Pero, ¿a qué se debe esto? Recordemos un poco los elementos que participan en un proyecto, nos referimos al terreno, ambiente, espacio, materiales etc. Cada uno aporta diferentes características a un trabajo arquitectónico, pero uno de los más importantes es el de los materiales.

Los materiales dan vida, hablan por sí mismos nos hablan de la naturaleza de cada uno; pongamos un ejemplo sencillo, la madera ha sido usada desde hace milenios gracias a que es uno de los materiales más resistentes y hermosos dentro de la arquitectura, es por su naturaleza que logra impregnar de vida a cada obra en la que es utilizada.

Una obra honesta es aquella en que por su misma estructura nos cuenta una historia, pero como mencionamos al inicio, no todos los proyectos pueden contar con los mismos materiales. Depende directamente de la intención del cliente, gracias a él podemos diseñar un plan de acción y elegir los materiales que participaran en nuestra obra. Acero, concreto, piedra, madera, sintéticos, etc. Todos y cada uno de estos materiales tienen su propia naturaleza e individualmente llevarán al cliente a sentir diferentes emociones, la misión de un arquitecto es esa, que cada rincón de su hogar o negocio le haga experimentar una emoción única.