Es difícil resistirse a su encanto, a su azul intenso, a esa sensación placentera y refrescante que notas cuando te zambulles en ellas. Las albercas están para hacernos disfrutar como niños y para recordarnos que, a veces, basta muy poco para ser feliz.

De origen milenario, estas construcciones han estado siempre asociadas al bienestar, primero, y más tarde, a la práctica deportiva. En Grecia o durante la época del Imperio Romano eran muy populares. Incluso la ciudad inglesa de Bath toma su nombre de las albercas termales que hoy en día aún se pueden visitar.

Su uso se generalizó durante el siglo XX y hoy en día todos disfrutamos cada verano al nadar en una alberca, sea pública o privada. En Grupo Tenerife nos confesamos defensores acérrimos de estas construcciones. Tanto, que a lo largo de nuestros 30 años de historia no hemos dejado de innovar con el objetivo de ofrecer a los profesionales y particulares los mejores materiales. Aquellos que consiguen que las albercas luzcan cada vez mejor y sean más seguras.

Una de las últimas tendencias en revestimientos de albercas de alta gama es la piedra natural Zeolite Bali Stone, utilizada en el proyecto Mason Pattaya de VaSlab Architecture que ilustra esta nota. De origen asiático, esta piedra natural destaca por su belleza (en tonalidades que van desde el verde esmeralda hasta tonos más intensos) y por su funcionalidad. Y es que además de ser antideslizante e impermeable, la zeolita mineraliza el agua de forma natural y ayuda a reducir el consumo de cloro o sal hasta en un 20%.

Agua y Lapitec son un binomio perfecto.  La elevada resistencia a las condiciones ambientales externas y el coeficiente de fricción hacen de la piedra sinterizada el material perfecto, tanto para el interior de la alberca como para la pavimentación del borde de la piscina. Además, gracias a sus grandes dimensiones, las placas proporcionan versatilidad y libertad en el diseño, logrando acabados únicos y siempre contemporáneos.
Si hablamos de los pisos que bordean las albercas no debemos olvidarnos de otras piedras naturales como las calizas y areniscas. Suaves al tacto, su uso está especialmente recomendado en estas aplicaciones, ya que son antideslizantes, no se calientan y ayudan a evitar la formación de charcos. Otra opción natural y que aporta una estética única son los decks de madera tropical como el cumarú, con elevada disponibilidad en todo el territorio mexicano de la mano de Grupo Tenerife.