El tema de clientes es bastante extenso, en ocasiones el arquitecto debe participar y trabajar para una empresa en la que su necesidad es un edificio capaz de responder con aquellas cualidades que se requieran.

Existen algunos casos en los que el cliente busca cumplir con algunas certificaciones, es ahí donde se revisa a fondo y se pone en análisis de qué manera podemos apoyarlo, ya que las necesidades pueden variar. Cuando algún cliente se acerca tiene ya una noción de lo que quiere, entonces el plasmar esas ideas de cierta manera es más sencillo.

Por lo general, cuando se requiere de alguna certificación medio ambiental, implica que el arquitecto realice adecuaciones a un edificio en el que se brindará una mejor entrada de oxígeno, de luz o mejora de espacio, elevando así la empatía y productividad de sus empleados, apoyando a la percepción que ellos tienen de la empresa.

El trabajo de un arquitecto es brindar la mejor solución ante cualquier proyecto, sea grande o pequeño, su compromiso es apoyar en cualquier medida al cliente, es aquí en donde se pondrá a prueba el mismo.

El arquitecto ayuda al cliente a llegar a sus objetivos, un proyecto realizado de manera adecuada se refleja no solo en la finalización de una estructura, sino también en la reducción de costos, la calidad de vida y en la productividad (en el caso de empresas).

Como hemos mencionado ningún cliente o proyecto es el mismo, a cada uno debemos impregnarle un toque único capaz de diferenciar  de otros, el arquitecto conoce esto a la perfección  y con ayuda del cliente logra entender las expectativas que puedan tenerse para brindar la mejor solución.

Ya sea una construcción para familias o apoyar a una empresa en una certificación el arquitecto debe prepararse y estar listo para lo que sea.