Blanco & negro, ¿quién dijo clásico?

Hay combinaciones que se empeñan en contradecirnos y tendencias que resisten con robustez el paso de las décadas e incluso de los siglos. El poder del blanco y negro en interiorismo y decoración es un ejemplo. Si bien esta combinación sigue asociada al clasicismo, las últimas tendencias nos demuestran que sigue en plena forma, superando el paso del tiempo y el cambio de corrientes.
Y es que ninguna combinación es tan atemporal, pura y versátil como esta. No es de extrañar que a lo largo del último siglo encontremos ejemplos en todas las disciplinas artísticas y de diseño, desde el Cuadrado negro sobre fondo blanco de Malévich hasta la moda eterna de Coco Chanel. Incluso en la doctrina taoísta el blanco y el negro representan el equilibrio y la armonía.
El interiorismo no es ajeno al poder del blanco y el negro y aún hoy este binomio perfecto sigue protagonizando estilos y proyectos. Y lo hace gracias a los materiales que matizan su contraste y que aportan nuevos bríos a una tendencia imparable.
En este sentido, la piedra natural es el material perfecto para enriquecer el blanco y negro gracias a sus diseños únicos. Un papel en el que destaca, sobre todo, el mármol. La combinación de mármoles blancos y negros ha sido una constante durante siglos en el mundo de la arquitectura logrando una belleza sin igual gracias al carácter orgánico que aportan sus vetas naturales.
El mármol también destaca por su infinita escala de grises, de forma que las losas se convierten en un punto de unión entre los elementos blancos y negros de un espacio. Para comprobar la vigencia de esta tendencia basta con fijarse en proyectos como el apartamento My Fair Lady del arquitecto Joeh Hsieh (Taiwán), cuya imagen encabeza esta nota. La combinación de diferentes piedras naturales en tonalidades blancas, negras y grises convierten cada rincón de la casa en un espacio atemporal y lleno de clase.